Comprometer es ‘poner algo o a alguien en una situación difícil’ o ‘hacer aparecer a alguien como responsable’, por lo que no es adecuado su uso como sinónimo de prometer o de contraer un compromiso.
El empleo de comprometer con el sentido indebido puede ser un cruce entre prometer y la forma pronominal comprometerse a, que sí significa ‘contraer un compromiso’. Sin embargo, en los ejemplos expuestos no se está empleando esta última construcción.
De hecho, el uso inadecuado de este verbo puede incluso dar lugar a que se acabe diciendo lo contrario de lo que se pretende, como en «El Gobierno compromete su apoyo a las empresas con dificultades», donde no se quiso decir que el apoyo del Gobierno estuviera en peligro, sino que este se comprometía a darlo.