SANTO DOMINGO. La celebración de los Juegos Olímpicos en París 2024 se convirtió en un escenario de logros deportivos sin precedentes, captando la atención de más de 30.6 millones de espectadores en televisión y generando alrededor de 11 mil millones de interacciones en las plataformas digitales, representando un aumento del 82 y 80% en comparación con Tokio 2020, respectivamente.
En este contexto, LLYC, desde su operación en República Dominicana, activó un análisis de escucha digital durante el período del 1 de julio al 12 de agosto, revelando el impacto significativo que las redes sociales tienen en el posicionamiento estratégico de marcas corporativas y personales.
Durante el periodo evaluado, se registraron un total de 14,301 menciones relacionadas con el evento más visto de todos los tiempos, generadas por 4,080 autores únicos. Se detectó que el mayor pico de conversación ocurrió el 9 de agosto, coincidiendo con la final de los 400 m femeninos, cuando la dominicana Marileidy Paulino se coronó con el oro, alcanzando 6,015 menciones en un solo día.
Este momento se convirtió en uno de los más icónicos para la República Dominicana en el ámbito deportivo, catapultando a la velocista a una nueva dimensión en el ecosistema digital como marca personal.
Gracias a las oportunidades que brindan las redes sociales, atletas como Marileidy Paulino han demostrado que se puede actuar como un catalizador para posicionarse como referentes, no solo en sus disciplinas, sino también en ámbitos como el empoderamiento femenino y el orgullo nacional.
Paulino, ahora la dominicana con más medallas olímpicas y la primera mujer en ganar oro para el país, ha atraído la atención de más de 15 marcas que buscan asociarse con su imagen.
Para las empresas, esta edición de los Juegos Olímpicos no solo representó una oportunidad de visibilidad, sino también una ocasión estratégica para alinearse con figuras que encarnan sus valores corporativos y razón social.
Pues al amplificar los momentos más icónicos en redes sociales, se identificaron figuras que conectaron emocionalmente con la audiencia global, permitiendo un posicionamiento “instantáneo” en el momento oportuno.
Este fenómeno subraya cómo las redes sociales permiten a los atletas construir y controlar su narrativa, conectando directamente con sus seguidores y humanizando su imagen. Tal es el caso de Simone Biles, quien hizo su regreso triunfal en París 2024 y utilizó las plataformas digitales para narrar su historia de resiliencia y salud mental, reafirmando su estatus como ícono global más allá de sus logros en la gimnasia.
En este sentido, Iban Campo, Director General de LLYC en República Dominicana, comentó: “La reputación y el posicionamiento tanto de las marcas corporativas como de la marca personal de los atletas han alcanzado nuevos niveles durante estos Juegos Olímpicos. Las empresas que han sabido aprovechar esta sinergia entre el deporte y la imagen digital han visto cómo su propia reputación se fortalece al asociarse con figuras que encarnan valores universales. Para los atletas, la construcción de una marca personal sólida no solo les abre puertas a nuevas oportunidades comerciales, sino que también les permite establecer una conexión duradera y auténtica con el público, ampliando su influencia más allá del campo de juego”.
Los Juegos Olímpicos en París 2024 han demostrado el inmenso poder de las redes sociales para amplificar la conversación global y posicionar marcas, tanto corporativas como personales. Con este estudio, LLYC destaca cómo estos juegos no solo han sido un espectáculo deportivo, sino también un evento transformador en el ámbito digital, donde la reputación y el posicionamiento estratégico juegan un papel crucial en el mercado.