SANTO DOMINGO. La Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Comisión de Ciencias Naturales y Medio Ambiente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana manifestaron su firme rechazo al proyecto de construcción de la carretera Sabaneta–Sabaneta, tras participar en un recorrido de inspección junto a la Comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Senado de la República.
El trazado de esta carretera, que busca conectar las provincias de San Juan de la Maguana y Santiago Rodríguez a través de los municipios homónimos, ha generado preocupación entre los expertos por su posible impacto negativo en la Cordillera Central, una zona considerada estratégica para la sostenibilidad ambiental del país.
Las comisiones calificaron la obra como «improcedente, impropia e injustificable» desde los puntos de vista técnico, legal, económico, ambiental y estratégico, luego de un análisis de campo y documental.
Entre los argumentos expuestos, resaltan la ausencia de estudios de factibilidad, diseños viales completos, evaluaciones ambientales formales y levantamientos topográficos. Además, denunciaron que el trazado de la vía aún no ha sido definido con precisión ni sometido a revisión técnica rigurosa.
Advirtieron que la carretera afectaría zonas núcleo de la Cordillera Central, incluyendo reservas forestales y parques nacionales, fragmentando ecosistemas de alta montaña con gran biodiversidad y endemismo. La construcción implicaría deforestación, pérdida de conectividad ecológica, afectación a zonas de recarga hídrica y erosión de suelos frágiles.
Uno de los puntos más sensibles es la amenaza a las fuentes de agua que abastecen a buena parte del país, incluyendo los ríos Neita, Joca, Mao, San Juan, Yaque del Sur y Artibonito. “La seguridad hídrica nacional estaría en riesgo”, indicaron.
Asimismo, el proyecto viola varias normativas, incluyendo la Constitución dominicana, la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Ley Sectorial de Áreas Protegidas (202-04) y acuerdos internacionales como la Convención Ramsar. También entra en contradicción con la designación de la Cordillera Central como Reserva de Biosfera Madre de las Aguas.
En términos económicos, el costo proyectado de entre 400 y 600 millones de dólares resulta incongruente con la baja demanda vehicular esperada y una tasa interna de retorno inferior al 1%, lo que representa, según las entidades firmantes, “una utilización ineficiente de los fondos públicos”.
Las instituciones proponen como alternativa mejorar rutas existentes, como Constanza–Padre Las Casas, Piedra Blanca–Rancho Arriba–Ocoa o la Carretera Internacional, las cuales podrían ofrecer conexión entre el Cibao y el Sur con menor impacto ambiental.
Finalmente, alertaron sobre posibles intereses mineros, turísticos e inmobiliarios detrás del proyecto, lo que podría abrir las puertas a una mayor presión sobre áreas protegidas y recursos estratégicos como el agua, el bosque y la biodiversidad.
Las entidades hicieron un llamado al presidente de la República, al Senado y al Ministerio de Medio Ambiente para rechazar de forma definitiva la construcción de esta carretera.
“La Cordillera Central no puede ser vulnerada en nombre del progreso. Su integridad es condición fundamental para el futuro de la nación”, concluye el comunicado.