Santo Domingo. El nivel de división en la conversación sobre temas de sensibilidad en Iberoamérica ha crecido un 39% en los últimos cinco años, y cada año más personas participan de conversaciones polarizantes en redes sociales. Esta es la principal reflexión que nos deja “The Hidden Drug. Un estudio sobre el poder adictivo de la polarización del debate público”.
Este trabajo, elaborado con la utilización de técnicas de Big Data e Inteligencia Artificial, analiza la conversación de los últimos cinco años en América y península Ibérica con relación a temáticas sensibles como: aborto, cambio climático, derechos humanos, feminismo, inmigración, libertad de expresión, pena de muerte, racismo, salario mínimo y sindicatos.
En total, fueron procesados más de 600 millones de mensajes en Twitter provenientes de 12 países. Los datos analizados abarcan entre el 1 de septiembre de 2017 y el 31 de agosto de 2022.
El estudio, realizado en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, España, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana, tiene diversos datos relevantes. Identifica que, desde la llegada de la pandemia, el nivel de involucramiento o engagement en conversaciones polarizantes creció a niveles del 8% al año en Iberoamérica y hasta un 15% en EE. UU.
En el informe se advierte, además, de un incremento progresivo de esta “adicción”; esto es, el nivel de involucración o engagement de los usuarios de uno y otro lado del espectro político en los territorios de conversación. Iberoamérica crece un 11% el mes que se declara la pandemia y no para de crecer desde entonces a ritmo de 8% anual.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de cientistas de LLYC evaluó el nivel de interconexión entre comunidades opuestas y, posteriormente, midió la probabilidad y alcance que un mensaje pueda impactar en una comunidad opuesta. A eso se suma el nivel de adicción a la conversación a partir del volumen de engagement por perfil.
Claramente, esta adicción a las redes, y en especial a contenidos polarizantes, genera, tanto en las personas como en la sociedad, síntomas similares a los de una droga tipo C con síntomas que pueden ocasionar la pérdida de control, la absorción a nivel mental o la alteración grave del funcionamiento diario de la persona.