Las personas que tienen dificultad para seguir una conversación o desarrollan problemas con las capacidades de la memoria y el pensamiento deberían hacerse revisar la audición. La pérdida de la audición relacionada con la edad puede estar vinculada a un riesgo más alto de deterioro cognitivo, explica el doctor Ronald Petersen, neurólogo y director del Centro para la Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer en Mayo Clinic.
Varios estudios grandes han demostrado que las personas que sufren algún grado de pérdida de la audición, incluso en la mediana edad, tienen más riesgo de desarrollar demencia al pasar la vida. Petersen dice que se desconoce la razón.
“Puede ser que realmente haya un efecto sobre el cerebro. Algunos estudios han demostrado que cuando alguien pierde la audición durante el transcurso de varios años, ciertas partes del cerebro pueden en realidad ser más pequeñas, en particular el lóbulo temporal que participa en la audición, pero también en el lenguaje y la memoria”, señala Petersen.
Puede también ser que la pérdida de la audición derive en aislamiento social, lo que puede llevar a más riesgo para demencia. Petersen recomienda revisar la audición cada dos o tres años, especialmente cuando hay señales de que está deteriorándose. Entre esas señales están el tener dificultad para escuchar conversaciones, especialmente en salas muy concurridas, y pedir con frecuencia a los demás que repitan lo que dijeron.
La solución puede ser tan simple como hacer que se extraiga la cera de los oídos. “Si realmente se detectara una pérdida de la audición mayor de lo anticipado para la edad, se puede ofrecer un dispositivo para la audición, o sea unos audífonos o un implante coclear. La pérdida de la audición no necesariamente tiene que ser un evento normal que ocurre con la edad”, añade el Petersen.
“Creemos que si se mejora la capacidad de oír en la gente, la pérdida cognitiva pertinente podría, en realidad, ser más lenta con el tiempo”, concluye el Petersen.